viernes, 30 de abril de 2010

TUQUECAS (GECKOS) SORPRENDIDAS EN LA INTIMIDAD


Para el común de las personas su sola presencia representa desde miedo por su posible toxicidad, hasta repulsión por su sensación pegajosa al tacto. Todas estas impresiones son infundadas pues estos reptiles en general tienen hábitos insectívoros, alimentándose de grillos, cucarachas y mosquitos entre otros. La familia Gekkonidae está representada por un grupo de pequeños lagartijos de pies adhesivos conocidos como salamanquejas o tuquecas. Varias especies conforman esta familia en la región Caribe. Según Ayala (1986), Gonatodes albogularis habita a lo largo de la Costa del caribe y Gonatodes vittatus en La Guajira y Magdalena; Aristelliger georgensis en las islas de San Andrés y Providencia.
No obstante las imágenes de nuestras tuquecas son compatibles en realidad con el Thecadactylus rapicaudus que habita tambien en la región de Mérida, Venezuela.
Con una temperatura promedio entre 27 y 30 grados centígrados, una humedad entre el 60 y el 70%, los geckos o tuquecas como les conocemos son habitantes muy comunes en los hogares de nuestra ciudad. En muchas ocasiones podemos observarlos fugazmente y esconderse, al igual que escucharlos con su canto misterioso. Sin embargo, más misterios esconde su vida íntima, pues pocas veces tenemos la oportunidad de observarlos con detenimiento, tal vez por ser tan cotidiano para nosotros, lo que convierten estas imágenes inéditas en un material herpetológico de gran valor para aquel que quiera tener mayor conocimiento de sus hábitos de reproducción.

Inicialmente es curioso, como todo el proceso, observar al macho cortejando a la hembra que es un poco más pequeña. Las manifestaciones de este cortejo fueron vaivenes muy veloces de la cola del macho y el mordisqueo al cuello de la hembra.
Poco a poco el macho se alinea al cuerpo de ella y presiona la base de su cola para poder desplazarla hacia un lado. A continuación tiene lugar el acoplamiento de los hemipenes del macho a la zona cloacal de la hembra. Finalmente el acicalamiento del macho en su zona genital. (ver registro fotográfico).

"Profesamos una admiración a unos seres conocidos como geckos, envidiamos sus habilidades, nos encandilan sus grandes ojos, no comprendemos su basto mundo pero no importa si seguimos inmersos en querer comprender como esa gárgola petrificada de día pide prestado un corazón y ramifica vida a cada parte de ese cuerpo por pequeño que sea. Queda mucho por aprender, desconocemos comportamientos rutinarios, nadamos en corrientes indefinidas pero desde aquí y con brazadas profundas os invitamos a nadar en el mismo mar de desconocimiento que el nuestro, un mar sembrado de hermosura en que cada milímetro guarda una explicación a tu pregunta, milímetros que incluso sin ofrecer respuesta a tu incógnita merecerán la pena nadar". Kerman Sainz de Vicuña. Fuente: http://www.geckos.es/

3 comentarios:

Arelys Ríos dijo...

Excelentes fotografías. material aficionado pero por el interés científico valiosas.

Mademoisselle Mûre dijo...

Hola, muy buenas fotografías, sólo tengo una enorme duda. ¿Qué sp. es el ejemplar de la fotografía?

Pedro Alonso Santos Amado dijo...

HOLA Quisiera saber si estos animales son perjudiciales
es verdad lo que dicen que ellos votan la cola, y esta es venenosa??